SAN FRANCISCO DE ASÍS
Señor, hazme un intrumento de
tu paz:
que donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombras, luz;
donde haya tristeza, alegría.
¡Oh, Divino maestro!
Concédeme
que no busque ser consolado, sino consolar;
que no busque ser comprendido, sino comprender
que no busque ser amado, sino amar;
porque dando es como recibimos
perdonando es como nos perdonas
muriendo es como nacemos a la vida eterna.
que donde haya odio, siembre yo amor;
donde haya injuria, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desaliento, esperanza;
donde haya sombras, luz;
donde haya tristeza, alegría.
¡Oh, Divino maestro!
Concédeme
que no busque ser consolado, sino consolar;
que no busque ser comprendido, sino comprender
que no busque ser amado, sino amar;
porque dando es como recibimos
perdonando es como nos perdonas
muriendo es como nacemos a la vida eterna.
Credo de
la Paz
Soy culpable de provocar la guerra
cuando por soberbia
uso mi inteligencia para perjudicar a mis semejantes.
Soy culpable de provocar la guerra cuando tergiverso
las opiniones de aquellos que difieren de las mías.
Soy culpalbe de provocar la guerra cuando no respeto
los derechos y las propiedades de los demás.
Soy culpable de provocar la guerra cuando codicio
lo que otros han adquirido honestamente.
Soy culpable de provocar la guerra cuando trato
de mantenerme en una posición superior,
quitando a otros la oportunidad de avanzar.
Soy culpable de la guerra cuando considero
que mis parientes y yo somos gente privilegiada.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que puedo monopolizar los recursos de la naturaleza
como si fueran un patrimonio exclusivamente mío.
Soy culpable de provocar la guerra cuando imagino
que otra gente tiene que pensar y vivir como yo.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que el éxito en la vida
sólo depende de alcanzar poder, fama y riqueza.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que las mentes de la gente deberían ser controladas
por la fuerza, no por la razón.
Soy culpable de provocar la guerra cuando creo
que el Dios que yo concibo es el único que tienen
que aceptar los demás.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que el país donde nace un hombre tiene que ser necesariamente
el único donde él debe pasar toda su vida.
uso mi inteligencia para perjudicar a mis semejantes.
Soy culpable de provocar la guerra cuando tergiverso
las opiniones de aquellos que difieren de las mías.
Soy culpalbe de provocar la guerra cuando no respeto
los derechos y las propiedades de los demás.
Soy culpable de provocar la guerra cuando codicio
lo que otros han adquirido honestamente.
Soy culpable de provocar la guerra cuando trato
de mantenerme en una posición superior,
quitando a otros la oportunidad de avanzar.
Soy culpable de la guerra cuando considero
que mis parientes y yo somos gente privilegiada.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que puedo monopolizar los recursos de la naturaleza
como si fueran un patrimonio exclusivamente mío.
Soy culpable de provocar la guerra cuando imagino
que otra gente tiene que pensar y vivir como yo.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que el éxito en la vida
sólo depende de alcanzar poder, fama y riqueza.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que las mentes de la gente deberían ser controladas
por la fuerza, no por la razón.
Soy culpable de provocar la guerra cuando creo
que el Dios que yo concibo es el único que tienen
que aceptar los demás.
Soy culpable de provocar la guerra cuando pienso
que el país donde nace un hombre tiene que ser necesariamente
el único donde él debe pasar toda su vida.
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