sábado, 27 de diciembre de 2014

Perlas negras – VI

OIOIOIOIOIO



Perlas negras – VI


Rindióme al fin el batallar continuo 
de la vida social; en la contienda, 
envidiaba la dicha del beduino 
que mora en libertad bajo su tienda. 

Hui del mundo a mi dolor extraño, 
llevaba el corazón triste y enfermo, 
y busqué, como Pablo el Ermitaño, 
la inalterable soledad del yermo. 

Allí moro, allí canto, de la vista 
del hombre huyendo, para el goce muerto, 
y bien puedo decir como el Bautista: 
¡Soy la voz del que clama en el desierto!


Amado Nervo

IOIOIOIOIOI

No hay comentarios:

Publicar un comentario