__Señor Jesús, te doy gracias por tu presencia
sanadora y liberadora en mi vida.
Gracias porque, cuando derramabas tu preciosa
sangre en la cruz y en tu Pasión, estabas pensando en mí y en toda la
humanidad.
__Me arrepiento de corazón y te pido perdón, Jesús, por todos mis
pecados; destierra de mí lo que produce maldad, rompe toda cadena que me ate y purificarme, por dentro y por fuera, con tu sangre bendita.
__Señor Jesús, sella
con tu preciosa Sangre, mi espíritu, mi alma, mi cuerpo, mi mente, mi corazón y
todo mi ser.
Sella todo lo que haga hoy, tanto espiritual como material.
__Con
tu Sangre preciosa, sella Señor, mi casa por dentro y por fuera, los cimientos,
las columnas, los pisos, las paredes, el techo, las puertas y ventanas, cada
cuarto, habitaciones y los objetos y animales que haya en la casa.
__Sella,
también, con tu Sangre poderosa, Jesús, a cada persona que vive en mi casa, las
personas que nos visitan, cada uno de los que componen mi familia; coloca un
círculo de tu Sangre bendita alrededor de ella.
Protegenos, Jesús, de las acechanzas del
diablo, la maldad de todos sus seguidores y de las personas que nos pueden y
nos quieren hacer daño.
__Jesús, con tu
Sangre bendita y poderosa, sella el aire, la tierra, el agua, el fuego, la
naturaleza, los componentes de ella y el mundo material en el cual nos
moveremos hoy.
__Sella, también, todos los alimentos que hoy comemos y los
bienes que generosamente nos envías para nuestro sustento.
__Con el poder de tu
Sangre, Jesús, sella los lugares en donde voy a estar hoy, las personas,
empresas o instituciones con que me voy a movilizar, las vías y carreteras que
voy a utilizar.
__Gracias, Señor, por escuchar mi oración, por sellarme con tu
preciosa Sangre, por protegerme de todo peligro y líbrame de todo mal.
Amén
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