La verdad
sobre las duchas vaginales
¿Son
buenas o malas? En Vida y Salud te hablamos claramente sobre este tema de
higiene femenina.
Para
muchas mujeres, el hacerse duchas vaginales es una forma de sentirse
más limpias. Tal vez escucharon a sus amigas hablar del tema o incluso
lo vieron en comerciales de televisión. No hay nada malo con querer mantener
limpia la vagina, lo que es cuestionable es si está bien hacerlo con una ducha
que lava su interior. Por lo general, y como suele suceder, tu cuerpo es tan
sabio que él mismo sabe cómo mantenerse limpio por dentro. Sin embargo, si te
quedan dudas acerca de si las duchas vaginales son beneficiosas o
perjudiciales, es una buena idea que sigas leyendo. Tal vez te aclare tus
dudas.
Primero
que todo, ¿qué es una ducha vaginal?
Es un método que se utiliza
para lavar la vagina, típicamente con una mezcla compuesta por agua y vinagre.
Algunas duchas vaginales también contienen fragancias y antisépticos. Las
duchas vaginales vienen en una botella con un aplicador que impulsa la mezcla
hacia adentro de la vagina y se pueden comprar en el supermercado. Algunas
mujeres prefieren hacer su propia mezcla casera.
¿Tienen
algún efecto positivo las duchas vaginales?
Se estima que alrededor de
un 20% a un 40% de las mujeres en Estados Unidos usan duchas para su higiene
vaginal, y dicen que las hace sentir más frescas y limpias. La mayoría dice
hacerlo para eliminar olores desagradables, para limpiar su vagina de algún
residuo del período menstrual e incluso para eliminar el riesgo de
contraer enfermedades
de transmisión sexual.
Sin embargo, más allá de esa “sensación” de frescura, las duchas vaginales NO
son recomendables pues no se ha comprobado que sean eficaces para combatir
ninguno de los propósitos mencionados. Es más, las duchas vaginales pueden
incrementar el riesgo de desarrollar infecciones en la vagina y otras
complicaciones que pueden surgir durante el embarazo, como aumentar el riesgo
del parto prematuro.
¿Cuáles
son los efectos negativos de las duchas vaginales?
Los riesgos de ducharte la
vagina son muchos más que los beneficios. Así que si aún piensas que sin
importar lo que pase, quieres seguir aseándote la vagina con estas duchas,
debes reconsiderarlo. Los siguientes son algunos de los problemas que causan las
duchas vaginales:
Infecciones
vaginales (vaginosis bacteriana): las duchas vaginales alteran el
equilibrio natural de la vagina. Estos cambios hacen que se cree un medio
propicio para el crecimiento de las bacterias que causan infecciones en la
vagina.
Enfermedad
inflamatoria pélvica: es
una infección que afecta al útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Las
investigaciones demuestran que si usas duchas vaginales, el riesgo de contraer
esta enfermedad aumenta más del 70%.
Complicaciones
durante el embarazo o relacionadas con el embarazo: si eres de las
mujeres que usan duchas vaginales y no has podido quedar embarazada, tal vez
esto tenga algo que ver. Los estudios han demostrado que las duchas vaginales
más de una vez por semana, aumentan la dificultad
para quedar embarazada. Además, las duchas vaginales aumenta el riesgo de tener un
embarazo ectópico (cuando el embrión se instala fuera del útero) un 76%.
Supongo que ahora no tienes
dudas sobre las ventajas y desventajas de las duchas vaginales. La
recomendación es no hacerlo, puesto que tener olor vaginal es normal y con un
jabón neutro y agua es suficiente para mantenerla limpia. Sin embargo, si
llegaras a sentir un olor muy intenso, visita a tu ginecólogo porque puede
tratarse de alguna infección a la que debes prestarle atención.
Actualización
de un artículo originalmente publicado en el 2009.
Imagen © Thinkstock
/ ATELIER CREATION PHOTO
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