lunes, 16 de marzo de 2015

La dieta vegetariana: deliciosa, ¡y saludable!


La dieta vegetariana: deliciosa, ¡y saludable!






No creas que simplemente erradicando la carne de tu comida o evitando todos los productos animales, serás más saludable. Para que una dieta vegetariana sea realmente beneficiosa para tu salud, necesitas hacer mucho más. Asegúrate que tu dieta no se exceda en ciertos alimentos descuidando otros, y así brindes a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita.
“Voy a ser vegetariana”, dijo Liliana una mañana, determinada a ser una persona más saludable en todos sentidos. Algunos meses más tarde, se levantó otra mañana pesando un poco más que antes, sintiendo su estómago inflado. ¿Qué pasó? “Una dieta mal balanceada”, le contestó el médico. Liliana le dijo que eso era imposible porque ella era vegetariana, pero él le explicó que las dietas vegetarianas deben ser bien planificadas para que puedan seguir siendo beneficiosas para la salud.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta vegetariana? Al evitar la carne, puede ser una dieta baja en grasa que ayuda a controlar los niveles de colesterol. También es una dieta rica en fibra al incluir más granos, verduras, frutas y cereales integrales. Y además, cuando se controla bien, las personas vegetarianas tienden a pesar menos, a tener una presión arterial más baja, y tienen menos riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, cáncer de la próstata y del colon.
Para que puedas sacarle verdadero provecho a la dieta vegetariana y recibir todos esos beneficios, en Vida y Salud te damos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de empezar tu nueva rutina alimenticia.
Revisa la pirámide nutricional. Cada alimento cumple una función en tu dieta y te brinda vitaminas y minerales fundamentales para el cuerpo. Para que no dejes ningún nutriente fuera de tu dieta e incluyas alimentos de todos los grupos y en las cantidades adecuadas, busca una pirámide nutricional vegetariana y planifica tu dieta basada en ella.
Cuidado con los carbohidratos y las calorías. Cuando dejas de comer carnes, puedes sentir deseos de llenar tu plato y tu estómago con más comida, generalmente más carbohidratos y demás alimentos ricos en calorías. ¡Cuidado! Puedes subir de peso.
Sin leche, busca el calcio en otro lado. Siquieres seguir la dieta vegetariana sin lácteos, debes buscarles un reemplazo para seguir recibiendo la cantidad de calcio necesaria para mantener tus huesos y dientes fuertes. Algunas posibilidades son las verduras verdes con muchas hojas como espinaca, brócoli, nabos, acelgas y col, o los alimentos enriquecidos con calcio como el tofu, el queso o la leche producidos con soya.
Recuperando las proteínas de la carne. Las proteínas son especialmente importantes para tus músculos. Cuando no comes carnes, necesitas encontrar otras fuentes de proteínas como huevos, queso, productos de soya, tofu, gluten, lentejas, nueces, semillas y cereales integrales que encuentras en el pan, el arroz y la pasta.
Buscando Vitamina B12 y Hierro para la sangre. Ambos nutrientes son necesarios para producir glóbulos rojos en la sangre y así evitar la anemia. Cuando llevas una dieta vegetariana estricta y dejas de comer todos los productos animales (carne, huevos y lácteos), necesitas recuperarlos con otros alimentos. La vitamina B12 la puedes encontrar en los cereales y productos de soya fortificados, o tomando un suplemento vitamínico que la contenga. Y el hierro se encuentra en cereales integrales, frijoles, lentejas, guisantes (chícharos), frutas secas y espinacas.
¿Sin Zinc? El zinc es un mineral importante para fortalecer tus sistema inmune y para crecer. Lo encuentras en los cereales integrales, los productos de soya (soja), las nueces y las legumbres.
Vegetariano no tiene que significar sacrificio ni aburrido. Cuando varías tu dieta y la haces innovadora y deliciosa, tienes muchos más oportunidades de realmente mantenerla. Cómprate un buen libro de recetas con vegetales. Empieza por ahí.






Doctora Aliza • 



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